Tipos de baterías para herramientas.

El uso de las herramientas a batería ha crecido bastante en los últimos años debido a la aparición de innovaciones y desarrollos tecnológicos. La fabricación de baterías más livianas, duraderas y potentes han permitido su aplicación a las herramientas industriales con resultados satisfactorios.

En la actualidad predominan 3 tipos de baterías en el mercado: las de níquel-cadmio (Ni-Cd), níquel-hidruro metálico (Ni-MH) y de iones de litio (Li-Ion). A continuación, veremos las características principales de cada una.

Níquel-cadmio: 

- Tienen menos densidad energética que las otras dos baterías, por lo que suelen ser más grandes y pesadas.
- Soportan mayor cantidad de cargas.
- Se descargan en los períodos que no se usan.
- Padecen el "efecto memoria" (cuando la batería se recarga sin haberse vaciado por completo pierde capacidad de carga) por lo que es necesario agotarla antes de volver a cargarla.
- Son altamente contaminantes para el medio ambiente.

Níquel-hidruro metálico:

- Tienen mayor densidad energética que las anteriores, por lo que precisan de un menor tamaño y peso para alcanzar cierta capacidad.
- Se descargan cuando son almacenadas sin usar, incluso más que las anteriores.
- Poseen efecto memoria, aunque en menor proporción que las anteriores.
- Son más caras que las Ni-Cd.
- Son sensibles a la temperatura y requieren de un mayor tiempo de recarga.

Iones de litio:

- Son las de mayor densidad energética, lo que le permiten ser más pequeñas y livianas que el resto.
- La descarga en los períodos en que no se usan es muy lenta.
- No tienen efecto memoria, por lo que no precisan ser descargadas completamente para una nueva recarga.
- Son las más caras.
- Soportan menor cantidad de recargas, pero compensan la vida útil con un tiempo de funcionamiento mayor entre cada carga.
- Son sensibles a la temperatura y requieren de más tiempo de recarga que las de níquel.

Ahora que ya están claras las principales diferencias entre los tipos de baterías, es hora de ver cuáles se ajustan mejor a las distintas necesidades de cada uno. Para ello se debe tener en cuenta el uso que le vamos a dar.

Si bien las de níquel van perdiendo terreno frente a las de litio, debido a las prestaciones de esta última, hay casos en que las primeras pueden ser una buena opción teniendo en cuenta su menor precio. Por ejemplo, para un uso frecuente en tareas livianas, ya que aquí no influye tanto el tema de la auto descarga, como sí ocurriría en el caso de un uso poco frecuente, ya que será necesario recargar la batería cada vez que se la necesite.

Otra cuestión a tener en cuenta es la potencia. Para trabajos pesados será necesario comprar baterías de 18 V o más, mientras que para trabajos livianos, con una de 12 V alcanza.

Por último, si tenés varias herramientas, es recomendable conseguir baterías universales que se adapten a distintos tipos de herramientas. Si bien pueden resultar más caras, al poder ser utilizadas en muchas herramientas, terminan siendo más económicas. 

La semana que viene veremos el tema de los cargadores, cuestión de mucha importancia para extender la vida útil de las baterías (Ir a la nota). 
Como siempre, los invitamos a participar con dudas o sugerencias. Hasta la próxima!